Una plaga es el escenario donde un determinado organismo excede un nivel arbitrario de población no aceptable reduciendo la disponibilidad, calidad o valor de un recurso importante.
Un organismo puede causar daño y transmitir enfermedades a los humanos, animales o plantas.
La identificación de la plaga, el conocimiento de su ciclo de vida, hábitos y comportamientos, serán la base para definir las estrategias de control, ya sean de tipo físico o mecánico como el uso de trampas adhesivas, aspiradoras, lámparas de luz ultravioleta; el control etológico con el uso de feromonas sexuales y repelentes; el control biológico con el uso de parásitos y depredadores; y se considera apropiado el uso de plaguicidas de baja toxicidad y que sean selectivos.